Bruja Maldada: ¿De qué trata ‘El valor del amor’?
Elisa Díaz: Catherine, Rose, Emmy, Elizabeth y Marisa se han marchado de casa de sus padres, ya no son unas niñas. Ahora, enfrentan solas los retos que les presenta la vida. A esto se suma, el estallido de una guerra civil.
B.M.: ¿Cuándo escribiste este libro? ¿Por qué?
E.D.: En octubre de 2009. Estaba convencida de que esta historia calaría en el corazón de muchas personas.
B.M.: ¿Y lo hizo?
E.D.: No. (Risas).
B.M.: ¿Cuánto tiempo tardaste en escribirlo?
E.D.: Dos meses aproximadamente.
B.M.: ¿Quién lo editó?
E.D.: Nadie. No era necesario, estaba perfecto. (Risas).
B.M.: ¿Cuál fue tu siguiente paso?
E.D.: Como mi ignorancia era muy atrevida y esta historia era tan increíble, envié una copia a la editorial Planeta (Risas).
B.M.: ¿Recibiste respuesta?
E.D.: Sí, claro. Una chica muy amable me envió un correo o una carta, no recuerdo bien, y me dijo: Gracias por confiar en nosotros, pero no es la historia que estamos buscando.
B.M.: ¿Cómo te sentiste?
E.D.: Decepcionada. Era una historia buenísima, ¿por qué no pensaban lo mismo?(Risas).
B.M.: ¿Alguien te advirtió de que eso podía pasar?
E.D.: ¿Quién escucha esos consejos? Yo escribía como los ángeles, ¿cómo no iban a publicar esa historia? (Risas) Sí, mi marido (mi novio por aquel entonces) me dijo: Envíalo si crees que debes hacerlo, pero no te sientas mal si no lo aceptan.
B.M.: ¿Dejaste que alguien más lo leyera?
E.D.: Por supuesto (Risas). Fui a una imprenta y armé el libro yo sola. Regalé un ejemplar a cada miembro de mi familia en la cena de Nochebuena de aquel año. (Risas)
B.M.: ¿Sigues pensando que la editorial se equivocó al rechazar tu historia?
E.D.: No. El libro no hay por dónde cogerlo. (Risas)
B.M.: ¿Qué le dirías a esa Elisa de 2009 si la tuvieses delante?
E.D.: Que en 2024 seguirá sin escribir un libro. (Risas). Pues le diría que la ilusión y las ganas son factores muy importantes para tratar de alcanzar lo que uno quiere, pero si no van unidos al trabajo y al esfuerzo, sirven de poco. Uno no puede empezar la casa por el tejado, ese fue mi error. Primero está el uno, después, el dos. Y la humildad es fundamental en esta historia. Uno tiene que ser consciente de sus limitaciones y dejarse enseñar, formarse, estudiar y escribir mucho y mal para reconocer cuando hace avances. Le diría que no tuviera prisa en subir los peldaños de la escalera, es necesario asentar bien los cimientos. Borges tardó veintitrés años en cambiar de estilo y Gabriel García Márquez maduró la idea de Cien años de soledad durante diecinueve años. Eso son sacudidas de realidad.
Escribir un libro no es nada fácil. Admiro a las personas que lo hacen. Me parece un trabajo de orfebrería, similar a las piezas de un reloj, que deben encajar a la perfección para darte la hora. El tiempo es otro factor importante. Hay que madurar esas ideas, dejarlas reposar, darle vueltas en la cabeza hasta que puedas plasmarlas en papel. Es lo que se denomina ‘trabajo blando’, otra parte importante del proceso creativo.
Tardé años en entender esto.
Entonces, a esa Elisa de 2009, inexperta, con mirada ingenua e infantil, incapaz de controlar su ego, ni a su crítico interior, le diría que trate de divertirse, que no sufra pensando en si será aceptada o si sus historias serán leídas, más bien, que se preocupe de darle a sus personajes una voz propia. Que busque un espacio en donde ellos se sientan cómodos, que llore, ría y viaje con ellos. En definitiva, que deje de mirarse el ombligo y aprenda a escuchar a sus personajes, porque en mi opinión, el autor no forma parte de la historia, es un mero transmisor. Los verdaderos protagonistas son ellos.
Un abrazo para la Elisa de 2009 porque sin ella, la de 2024 no sería la misma.
Me encanta la idea de entrevistarse a una misma. Creo que ayuda a tener una perspectiva "desde fuera". No sabes cómo me ha ayudado lo que le dirías a la Elisa de 2009 :)